Queso Gouda, de Holanda para el mundo

Queso Gouda, de Holanda para el mundo

El queso es un producto emblemático de Holanda. No en vano, es un componente de peso en su lista de exportación.

Su sabor cremoso, con notas acarameladas, hacen que el queso Gouda u Holandés, conquiste paladares por todo el mundo, hasta el punto de considerar este manjar como patrimonio de la gastronomía mundial.

Una historia llena de tradición.

El queso Gouda, es el más famoso de Holanda, originario de la ciudad de la provincia de Holanda Meridional que lleva el mismo nombre. Desde el siglo XVI se tiene registro de este queso, sin embargo, se cree que desde antes ya hacía parte de la dieta de los locales.  

Por años, el queso Gouda fue el más vendido y exportado por los comerciantes de los Países Bajos, de ahí que hoy se conozca mundialmente, como el queso Holandés.

Ahora bien, el queso Holandés no sería fácilmente reconocido sin su tradicional empaque de cera roja. Esta capa que se usa desde tiempos de antaño, protege su textura firme y sabor a caramelo y nueces, logrados tras varios meses de maduración.

Actualmente, aún existen granjas de queso o Boerenkaasel, que producen queso de forma artesanal, como lo hacían siglos atrás. De hecho, estos productores deben seguir estrictos estándares históricos.

Además de famoso es delicioso.

El queso Holandés es hecho de leche de vaca, con un contenido graso que varía entre el 25- 30%.  Tiene un color amarillo y textura tierna, cremosa y con contados agujeros, sin embargo a medida se madura esta puede tornarse dura y su color tiende a ser más intenso.

El Gouda se caracteriza por tener notas frutales, con asomos de caramelo y, en ocasiones, picantes. Cuando el queso ha pasado dos años en guarda el sabor se intensifica y aparecen un sabor a nuez muy agradable, recomendado para paladares exigentes.

Dadas estas características, es recomendable acompañarlo con panes, jamones curados, vinos como el Merlot, peras o manzanas.

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