Queso Gruyère

Queso Gruyère

Se dice que en la época medieval se estableció en el condado de Gruyère, Suiza, la Abadía de Rougemont. Estos monjes fabricaban su queso. Sin embargo, fue hasta 1.115, cuando el conde Guillermo de Gruyère les permitió para elaborar y vender su queso. Además le dio el nombre de su condado a dicho queso y publicó un documento donde enseñaba a toda su gente los beneficios del queso que se producía en Gruyère.

Para mediados del siglo XIV, el queso Gruyère se comercializaba con éxito en Ginebra, París, Lyon y algunas ciudades italianas. Fue así, como se hizo popular en Europa y luego en el mundo.

El queso Gruyère, está hecho con leche de vaca. Se presenta en forma de rueda y necesita mínimo dos meses de maduración para dar como resultado un queso de color marfil, graso, que cuando está joven, tiene una textura cremosa, fácil de cortar y con pequeños agujeros. El sabor a nueces, con tintes frutales, puede tornarse más intenso y salado a medida permanece más tiempo en guarda.

El Gruyère más conocido es el clásico, este queso tiene un tiempo de maduración de 6 a 9 meses. Dada la suavidad de su sabor, se recomienda maridar con almendras y un Sauvignon Blanc. El Gruyère reserva ha de pasar entre 10 y 16 más meses en guarda. Finalmente, el Gruyère d’Alpage, tiene de 5 a 10 meses de maduración, pero es elaborado con leche de vacas de raza Tarine y tiene una técnica de preparación diferente. Además solo está disponible ciertos meses del año.

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