Se denomina carnes rojas aquellas derivadas de los mamíferos (ternera, cerdo, cabra y oveja) y en crudo son de color rojo intenso o rosado. Su consumo regular aporta vitaminas, minerales, proteínas de alto valor biológico y contribuyen con la formación de nuevas células, mantenimiento de los músculos y crecimiento durante la niñez. El color rojo de las carnes, nos indica la presencia del hierro que es un mineral fundamental para la oxigenación de las células y excreción del C02.
Se recomienda un consumo intercalado de carnes rojas, carnes blancas, pescados y huevos durante la semana para incluir diferentes minerales y vitaminas en la dieta.
La proteína de los alimentos de origen animal es indispensable para el cuerpo debido a sus aminoácidos (partículas que conforman las proteínas) son de alta calidad y pueden ser aprovechadas rápida y fácilmente por el organismo, su deficiencia genera malnutrición y mal funcionamiento de tejidos y órganos.
Otro beneficio de consumir carnes, es ayudar con la saciedad gástrica que es la señal que envía el estómago al cerebro información sobre hambre y llenura. Las carnes al requerir un tiempo de digestión superior a los carbohidratos, permiten mantener la sensación de llenura por mayor tiempo contribuyendo con el mantenimiento del peso saludable.
De manera que el consumo de carnes rojas, 2 o 3 veces por semanas es bueno para el buen funcionamiento del cuerpo.